EL CLAUSTRO

El claustro de Lluçà es una pequeña pieza que centra todo el conjunto arquitectónico. De proporciones reducidas y de planta irregular, actualmente sólo tiene un piso de altura, ya que el piso superior fue suprimido en las obras de 1967. El claustro lo forman cuatro galerías, de desigual longitud, con un total de 18 arcos sostenidos por 22 columnas e igual número de capiteles (excepto dos, que fueron sustituidos por dados de piedra). Se relaciona este claustro con el ala primitiva del claustro de Ripoll, desde un punto de vista tanto tipológico como artístico. El ala ripollesa fue construida durante el abadiato de Ramon de Berga, que llevará desde 1172 hasta 1206, y por lo tanto se data la construcción del claustro de Lluçà en esta época. Los capiteles son esculpidos con temas vegetales y de bestiario, con cornisas de entrelazados, palmetas y otros ornamentos. En las paredes del claustro hay dos sarcófagos de piedra, de los siglos XIII y XIV, además de otras esculturas de piedra trabajada colgadas en ménsulas. El subsuelo del claustro está sembrado de tumbas antropomorfas, descubiertas y excavadas recientemente, algunas de las cuales han dejado al descubierto, tapadas con gruesos cristales. También se encuentran en el interior y exterior del templo.

GALERÍA SEPTENTRIONAL

 

 

GALERÍA DE LEVANTE

 

 

GALERÍA SUR

 

 

GALERÍA DE PONIENTE